OJO AL ABUSO FINANCIERO
Frecuentemente, los adultos mayores se exponen al abuso financiero a través de estafadores que los consideran presa fácil para cometer este delito. Pueden ser familiares, vecinos, conocidos o hasta cuidadores. Por eso es importante identificar algunas señales y si sabemos que existe este tipo de situación, denunciarlo a las autoridades.
Una señal común es notar que la persona mayor no recuerda asuntos importantes. En este caso, puede firmar algún documento bancario o retirar dinero y luego no acordarse de haberlo hecho. Es necesario que se examinen periódicamente las finanzas de esta persona para detectar cualquier asunto fuera de lo normal.
La vulnerabilidad mental no es lo único que los expone a estos abusos. A la persona mayor que tenga algún impedimento físico se le hace difícil moverse al banco o simplemente contactar a su institución financiera. Es entonces que le piden a alguien que los ayude y surge la oportunidad para la estafa. De igual manera, contratistas inescrupulosos que llegan al hogar a hacer alguna reparación pueden sobre-facturar a la persona mayor que no tiene movilidad para revisar o supervisar dichas reparaciones.
Individuos con malas intenciones pueden aprovecharse de la soledad de algunas personas mayores, haciéndose pasar por “amigos” cuando en realidad lo que buscan es obtener una ganancia económica. Por eso es importante saber qué nuevas amistades o relaciones rodean a la persona mayor.
Aunque es triste decirlo, no descartemos que dentro la familia existen miembros cuyo comportamiento indica el abuso financiero contra padres, tíos(as) o abuelos(as). De ahí surgen situaciones de hijos con problemas de drogas o alcohol que recurren al abuso financiero del adulto mayor para mantener sus vicios o simplemente, ven en este tipo de abuso la forma fácil de tener dinero a la mano.
Te exhortamos a cobrar conciencia sobre este problema y no permitir que siga ocurriendo. Si piensas que eres víctima de abuso financiero, no sientas vergüenza. Háblalo y denúncialo. ¡Protégete!
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